viernes, agosto 26, 2011

De platillos y conciertos

En este momento estoy viendo un documental de NatGeo sobre qué pasaría si llegase a la Tierra una invasión de extraterrestres. Aunque en películas y series sobre el tema las hemos visto mil veces desde hace añales, el tema no deja de ser apocalípticamente llamativo.

Hoy durante el almuerzo en el comedor del brete, un compañero hablaba de un video que pasaron por tele sobre avión derribado por ovnis. Lo contaba con una emoción que hasta quedé con el clavo de buscar el dichoso video para ver qué era la vara.

Aunque el tema me llama la atención, soy más bien escéptico. Tiendo más bien a buscar los arreglos en las fotos o los hilos de nylon en los videos. Y esto porque según lo que sabemos, nada puede viajar más rápido que la luz. Por tanto, el ride de ir a visitar vecinos estelares dura su buen rato aunque los extraterrestres le metan la chancleta a la nave.

Ya sé que puede haber posibilidades de que alguien en este vasto universo haya encontrado la forma de viajar más rápido que la luz (de hecho, parece que la Teoría de la Relatividad no era del todo exacta). Sin embargo, si una raza alienígena viene acá, sólo le veo dos motivaciones (más allá de mutilar vacas por deporte):
  1. Pasan a saludar e invitarnos a formar parte de la Federación Unida de Planetas.
  2. Vienen a partirnos la madre para quitarnos la comida, el agua, la plata y el celular.
Ahora hay hasta iglesias donde le rezan a los extraterrestres... Sinceramente, si fuera a pedirles algo, les pediría lo mismo que Jimbo:


Por cierto... ¡¡Faltan 19 horas para el concierto de Pearl Jam!!